La homosexualidad reprimida obliga a quienes sienten inclinación por su propio sexo, y profesan fe en Dios bajo la doctrina católica, a replantearse si lo estan ofendiendo con sus acciones.

El santo don del Temor de Dios que trae el Espíritu Santo nos hace sentir en nuestro interior cuando lo que actuamos en el mundo físico, nos aparta de Dios.

Quienes sienten afininidad por su propio sexo y experimentan en su energía el Santo Temor de Dios, luchan contra sí mismos y la tentación que experimentan por la sexualidad que la iglesia considera como una perversion, debatiendose entre sus sentimientos, los impulsos físicos y el Santo Temor de Dios.
La pregunta que brota en la mente de quien se lo plantea es: «Si Dios es Misericordia ¿Como no va a comprender mi limitación humana y me va a condenar eternamente?»

Escucha nuestro podcast Homosexualidad reprimida y el miedo a ofender a Dios
Duracion: 03 min 10 seg
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Lo que debemos meditar es sobre como hallar el equilibrio entre el Santo Temor de Dios y los impulsos sexuales hacia el propio sexo. Escucha esta canalizacion.
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