Todo lo que existe en este plano tiene un nombre que lo caracteriza y un numero que responde a atributos divinos, veamos la importancia del nombre.
El Sagrado Corán habla de los nombres de Dios. Su interrelación con el Antiguo y el Nuevo Testamento es muy grande. Cuando uno avanza en el conocimiento se me hace cada vez mas clara la confusion, la Babel, que la caida condujo al hombre porque fuera de ella no es comprensible como tres pueblos, el musulman, el arabe y el cristiano, que hablan de lo mismo, se odian tanto en la ilusión y dicen responder al mismo Dios único de justicia, pero que solo por alguna rara ilusión de este universo kármico, lo hara a uno de ellos y no al otro. Y construyen muros que plasman en tercera dimensión la división energetica.
Solo por dogma, por ilusión de separación producida por el ritual falso y que la era de Acuario obliga a sus máscaras a caer en búsqueda de la libertad.
Gran sabiduría ocultan estas grandes casas que buscaron albergar al Señor pero ninguna de ellas comprendio que la Casa es interna, que el Templo es el cuerpo, y el Cuerpo de Cristo es la iglesia verdadera sin construcciones de cemento.
Dios trae al hombre atributos. Cualidades divinas a las que el hombre que quiere seguir a Dios debe buscar manifestar.
Todo lo que existe en este plano tiene un NOMBRE que es lo que lo caracteriza o le da un rango de pertenencia a un grupo. Responde al atributo divino de «Dios el que todo registra». Ese nombre oculta un numero cuya interpretación se aviene a un código.
Todo lo existente en este plano tiene un NUMERO. Responde al atributo divino de «Dios el que todo enumera».
El arte de la decodificación existe en esta Tierra como un arte menor de una realidad mayor y es la búsqueda interna de la comprensión amplia de Dios en su atributo: «Dios el que todo sabe»
El libro de todos los libros donde este arte menor se convierte en la mejorexpresión terrena de este arte, es la Biblia.
Segun los planes de Dios, el nombre de una persona es muy importante, especialmente el nombre de Dios (Ver Dt 5, 11; Ex 3, 14 «Yo Soy»; Is 43, 1; y Ap 3, 5).
La Biblia nos muestra algo significativo: cada vez que Dios cambia el nombre de una persona no es por casualidad sino por una razon. El nombre corresponde a su nueva IDENTIDAD, FUNCION Y/O MINISTERIO.
En el Antiguo Testamento vemos ejemplos de esta idea de que el nombre corresponde con la nueva identidad de la persona, asi Dios nos preparo para que entendieramos lo que iba a hacer su Hijo, Jesús.
En el caso de Abram, Dios cambio su nombre por el de ABRAHAM (Gn 17, 5). El nombre Abraham significa «padre de las naciones». En Genesis 17,5 Dios le prometio que lo iba a ser: «te he puesto por padre de muchedumbre de gentes». Asi vemos que su nuevo nombre corresponde con su nueva identidad.
En el mismo Genesis también vemos que Sarai recibio el nombre de SARA que significa «princesa». Otra vez el cambio de nombre corresponde con la nueva identidad dentro de la realeza. Sara iba a ser madre de reyes (Gn 17, 16).
A Jacob, Dios le cambio su nombre por ISRAEL porque «lucho con Dios y con los hombres y vencio» (Gn 32, 28).
Lo mismo sucede en el Nuevo Testamento. En Mateo 1, 21 el ángel dice a María: «Y daras a luz un hijo, y llamaras su nombre JESUS, porque el salvara a su pueblo». El nombre dado por el ángel corresponde a su identidad y mision: Jesús salva
Otro ejemplo es: Y llamaras su nombre Emanuel, que traducido es: Dios con nosotros (Mt 1, 23). Es claro que Jesús es Dios-con-nosotros.
Valgan estas citas, a modo de ejemplo de la realidad del nombre como una nueva iniciacion.
Comparto con Uds. experiencias mas cercanas.
Un abrazo desde el Alma
Brinda Mair
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