El vigesimo tercer Salmo es uno de los mas apreciados y conocidos por el mundo entero. Su lectura da fe y confianza al creyente, de ser cuidado y protegido siempre por el Señor tal como un pastor cuida a su rebaño. Nos recuerda que el hombre que viaja por esta vida sabiendo que su Creador esta con el, nunca se sentira solo, gozara de la gracia que le provee el saberse amado y protegido por Su Señor cada día de su vida y tendra la certeza de recibir Su Ayuda Divina en medio de las adversidades.
Salmo 23
El Señor es mi pastor,
nada me falta;
en verdes pastos el me hace reposar
y a donde brota agua fresca me conduce.
Fortalece mi alma,
por el camino del bueno me dirige
por amor de su Nombre.
Aunque pase por oscuras quebradas,
no temo ningun mal,
porque tu estas conmigo,
tu baston y tu vara me protegen.
Me sirves la mesa
frente a mis adversarios,
con aceite perfumas mi cabeza
y rellenas mi copa.
Me acompaña tu bondad y tu favor
mientras dura mi vida;
mi mansión sera
la casa del Señor
por largo, largo tiempo.
El presente escrito es fruto de la investigación bibliografica de Brinda Mair, basada en la bibliografia citada. Puedes reproducirlo exclusivamente por medios electrónicos incluyendo esta cita, la bibliografia aludida y a canalizandoluz.com. Nota: Progresivamente se iran eliminando los acentos ortograficos a fin de facilitar la lectura en distintos ordenadores.
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