El alfa omega es un vórtice energético que une planos de consciencia. El Alfa Omega no se pasa con cargas. Cada vez que superamos una crisis lo atravesamos.
Cada vez que nos enfrentamos con la resolución de un contrato de almas, atravesamos el Ojo de la Aguja.
El Alfa Omega no se pasa con cargas. «Es mas fácil que pase un camello por el ojo de una aguja que un rico entre en el Reino de los Cielos» dijo el Maestro Jesús. Con esta enseñanza quiso referirse a la necesidad de abandonar nuestras cargas para poder atravesar ese estrecho sendero.
Todos cargamos con creencias, no solo propias, sino de las comunidades en que vivimos. Llevamos con nosotros el recuerdo de experiencias negativas que lastimaron a nuestra Alma grabandose en nuestra energía en muchas vidas. Sin ir tan lejos, nos apropiamos de los miedos de nuestro entorno, inclusive los de nuestra madre desde el vientre y canalizamos energías provenientes de la abrumadora negatividad de nuestro universo local.
El aprender a soltar, a desapegarnos, es un tema de vida.
El pasar por el sumidero es como abrir una puerta de una boveda de seguridad que unicamente dando un “tono” de sonido y luz especifico se abre. Necesitamos la FE (Fruto del Espíritu Santo) y tener en nuestro interior a un niño sano capaz de jugar y decir: “Abrete sesamo” para disolver la ilusión de lo que aprisiona y abrazar al Cristo que sale a nuestro encuentro.
Brinda Mair