El ataque de pánico y la percepción del bajo astral provoca en quien lo padece, miedo irracional a algo visible o invisible que altera su conducta y lo mantiene en alerta en estado de vigilia. Desde un punto de vista espiritual, esto ocurre porque la Ascensión planetaria provoca que el plano astral planetario se vuelva cada vez mas tangible. Aquellos que lo perciben intuyen a lo que no pueden ver ni comprender y al no poder racionalizarlo, lo relacionan con una situación con la cual asocian su ataque de pánico.
Como muchas de estas personas carecen de conocimientos espirituales y no comprenden cual es la causa originante de su estado, terminan siendo medicados con psicotropicos. El ser inferior termina desconectado de toda posibilidad de ayuda espiritual porque estos medicamentos refuerzan el velo de separación tanto de lo que afecta en el astral como de los planos espirituales elevados. Se ingresa en la carcel del alma.
Sin embargo, para quien tiene abierta esa frecuencia por karma, las mas de las veces no queda mas alternativa que los tratamientos psiquiatricos tradicionales porque el daño en su tela budhica es tan profundo y muchas veces subito, que no da tiempo para la reparación progresiva que se pudiera hacer desde lo energético. A eso se le debe sumar el miedo de los familiares a que todo empeore, mas el estigma de la locura. En estos casos solo la intervención de la Misericordia Divina puede abrir la puerta a la esperanza.
Debemos tener presente que el miedo abre puertas traseras lo que deja sin efecto cualquier trabajo de protección o de sanación espiritual que se pudiera haber realizado en la Mascara. El otro lado -el Astral- solo necesita para poder ingresar, el franquear las defensas mediante un debilitamiento de la fe, o que permitamos el ingreso de la duda o de un mal pensamiento interno o externo aceptandolo como propio.
Brinda Mair