La intensidad con que hoy se vive la vida nos quita tiempo para muchas cosas a las que quisieramos dedicarnos por afinidad pero ¿es valido utilizar la falta de tiempo como excusa para no dedicar tiempo a Dios?
Querida Brinda:
Hace muchos años cuando hice mi primer taller de meditación y haciamos las practicas, me resultaba muy dificil la «concentracion», el instructor nos dijo: «Llegara el día en que podrán hacerlo en cualquier lugar, en un colectivo o en un bar. Meditación activa le llamo… Sinceramente en ese momento me parecia una locura.
Mi mente se decia: «Como voy a poder concentrarme en medio de tanto ruido?»
Han pasado los años, y en los tiempos actuales y nuestra vida en sociedad, provoca que los tiempos se acorten cada vez mas.
La voluntad y la intención de crecer en mi interior fueron las que aun con poco tiempo, hicieron que me motivase a crearme espacios en donde pudiera.
Aprovecho mis viajes diarios al trabajo para practicar sanación con cualquiera de las maravillosas técnicas que nos brindaste. Escucho mi música del alma, o «Con las Alas del Alma» (que me transporta). Inclusive me suele ocurrir, que cuando salgo muy tensa de mi trabajo, rezo el Oficio del Cristo y por la noche activo una red de Abandona el Laberinto y pongo en práctica una de las técnicas de Ciencias Sagradas que haya seleccionado.
Desde hace algunas semanas, cuando comienzo a subir las escaleras del edificio en donde trabajo, abro el Alfa y Omega y un inmenso reloj de arena que abarca toda manzana que ocupa el edificio y pido al Padre-Madre Dios y a mis Ángeles, que despejen tanta nubosidad 4D que suele acumularse en ese lugar y entrego mi trabajo 3D a mi Padre para que desde el lugar donde estoy Sea El y no yo quien actue.
Creo que cuando decimos que es por falta de tiempo, no es más que otra manifestación de nuestro miedo a vernos como realmente somos.
Agradezco, que nos des esta posibilidad de poder contar a nuestras almas compañeras de viaje, nuestras propias experiencias!! Leer lo que otros escriben nos permite espejarnos y darnos cuenta de caminos que se nos abren que no habíamos pensado.
Desde mi Alma
Un Beso de Luz
Analia