Eyana me dice: «Quiero contarte cómo viví tu viaje a Jerusalén desde casa». Cuando estoy de viaje, algunos viajan conmigo mientras que otros, desde su casa, viven la experiencia a la distancia y viajan conmigo en 4D.
En estos viajes se viven experiencias donde se evidencia la coexistencia interdimensional. Cada momento de nuestra vida es multidimensional. Así lo vivimos y compartimos todos los que de una forma u otra, me acompañan en cada viaje.
Querida Brinda: otra vez te expreso mi agradecimiento por permitirnos a todos ser parte de todas tus experiencias. En ellas he recibido la emoción que ustedes vivieron o viven, en eterno presente, la fuerza de ese lugar que transmiten las fotos y que nos hacen sentir tan cerca de allí, porque quizás muchos estuvimos sin saberlo en este viaje y en aquellos tiempos del Maestro Jesús. Siempre supe y cada vez que me lo pregunté, fue un rotundo sí, que si hubiera pasado cerca o hubiera sabido de su presencia, hubiera corrido tras él en aquel tiempo. Y como siempre, tus enseñanzas y la fuente de donde bebes conocimientos es inagotable ¡y esto de «la silla ocupada»! ¡Cuántas respuestas parece darnos! porque es una entradita más para nuestra mirada interna a la multidimensionalidad, que a veces creo, como respondes en otro correo, que no es tan simple comprender desde nuestra lineal 3D. Debemos abrir nuestro entendimiento desde otro lugar que no es la razón, da muchas respuestas a esos porqués y para qués que a veces parecen no tener respuesta.
Querida Brinda, gracias por acercarme a la memoria de mi nombre revelado; cuánto resuena en mí su vibración y qué decir de todo lo demás, lindo y de mucha energía para renovar, incorporar y comprender… Algo curioso que ocurrió: yo me había dispuesto a esperar que llegaras de tu viaje para recibir mi nombre; en ese tiempo cambié mis anteojos para poder «ver mejor» y «por esas cosas de la técnica» perdí todos los correos electrónicos de los últimos 3 meses, entre ellos todos en los que nos relatabas desde dónde estabas pasando en tu viaje. Lectura: todo lo que decreto, así sale.
Me preparé a «ver» con otros ojos, los de la nueva energía que traía mi nombre. Y quizás para mí tu viaje ocurrió en otra dimensión que vivo a diario y debo estar atenta a no quedarme en el tiempo, como parecería por la información de mi máquina; a propósito, la dirección a la que me escribiste el 21 de mayo tampoco existe desde hace un tiempo.
Querida Brinda, todo es mágico y esto de saltar o quedarse en el tiempo es fuerte al experimentarlo; gracias por ayudarme a darme cuenta.
Eyana Aduen