Un saludo muy especial para ti Brinda.
Desde hace tiempo te leo y hace varios días quería escribirte. Me gusta mucho lo que escribes, me hace recordar, despertar. Tus mensajes me llegan al alma dándome luz. En este espacio de mi vida paso momentos de crecimiento muy grandes. Mi vida cambió totalmente, cambié de país, de esposo, de apellido, pasé de ser una persona muy ocupada a una desocupada, aparentemente, estoy en un descanso físico y en un trabajo espiritual muy fuerte. Me inquietan muchas cosas de mí. Me encantaría encontrarme, pero hay veces que encuentro un pedacito de mí y no me gusta lo que veo. Me casé con un hombre y buen esposo. Lo único que me aleja de él es que se parece mucho a mi madre, sobre todo en su agresividad, y me recuerda algunas pocas de mi padre; por lo tanto, me recuerda mi lado oscuro. Eso me aleja de él. Cuando lo conocí, sentí un sí en mi corazón. Sentí que debía casarme con él y así sucedió. Venía pidiéndole un buen esposo a Dios y me lo mandó hasta en la fecha que lo pedí. Ahora veo realizado este deseo, pero no sé cómo enfrentarlo, cómo manejarlo. Me ocurrió que, al llegar a este nuevo país, sentí como si yo hubiera perdido mi poder. A veces pienso que necesito permiso de mi esposo para todo. No sé qué pasa, pero no he podido encontrarme conmigo misma, sobre todo en mi parte laboral. No me gusta depender tanto de otra persona. Me siento vulnerable. Por momentos me siento como una niña muy asustada con todo lo que Dios me entregó. Estoy aprendiendo a hablar de nuevo, pues tengo un nuevo idioma. También a ser esposa, a ser mujer, a ser madre. Tengo mucho miedo de fallarme otra vez, pues hace algunos años me divorcié.
No sé qué me pasa. Lo único que sé es que estoy huyendo de mi esposo, pues no sé cómo acercarme a él sin ser lastimada. Sé que tengo un gran llamado y también tengo miedo de que ese llamado especial a mi puerta sea de Dios. Quiero aceptarlo con todas mis fuerzas, pero temo fallarle. No sé qué me pasa. Me duele traicionarlo.
Al estar en este nuevo país es como si me potencializara todo lo malo que siempre refleja mi lado oscuro. Me siento débil, me volví agresiva y siento que perdí mi contacto con mi esencia, o bien, no puedo conectarme.
Mi inquietud del alma es saber qué pasó conmigo.
Si me puedes ayudar, te agradecería con el alma muchísimo.
Un abrazo, Luz.
Hola, Luz: